el Ungido, nombre con el cual se designa al Salvador prometido en el Antiguo Testamento. Jesús fue ungido públicamente como nuestro Profeta, Sacerdote y Rey supremo, el Mesías. En el bautismo de Jesús, el Padre dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17). Esta voz del cielo, haciendo eco del Salmo 2:7, proclamó que Jesús era el ungido Rey de Israel, el Mesías real, el Hijo de Dios, engendrado del Padre en la eternidad. Aquí los cristianos tienen una prueba bíblica de que
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